sábado, 20 de octubre de 2007

Los gozos y las sombras


Después de unos días trepidantes en los que he introducido las materias que imparto a mis nuevos alumnos, al tiempo que me dejaba caer por Salamanca para contemplar su bello casco histórico, anoche me quedé de piedra al volver del cine.

En el blog de Didáctica de la Filosofía se informaba de que el compañero Carlos Portillo había fallecido tras una operación de un tumor cerebral. Era lo último que me esperaba encontrar cuando sonó el timbre característico del Rssreader.

Carlos Portillo y yo intercambiamos mensajes hace tiempo, enlazamos nuestros blogs y nos seguíamos leyendo. Me gustaban sus poesías, sus fotografías y sus reflexiones nómadas. Nunca le conocí en persona pero su blog era uno de esos lugares con los que una se siente hermanada, ya que formamos parte del grupo de profesores de filosofía que trabaja con las TIC.

Ahora quedará un vacío en la blogosfera. Su último post era una despedida a medias, pues él esperaba recuperarse y volver a la red.

Una vez leí un artículo de alguien que hablaba de los blogs huérfanos, esos que se paran súbitamente cuando su autor nos deja. Sólo ahora comprendo realmente a lo que se refería.

viernes, 5 de octubre de 2007

Lechuza reloaded



Tecleo estas letras en medio de un bochorno inexplicable que me ha hecho sudar durante unos días lo que no está escrito. Haré un esfuerzo por aclarar mis ideas para escribir en el blog, aunque más que claras y distintas, últimamente están confusas y desordenadas. Esto va a ser un exceso de sensibilidad ante el clima. ¡Quién pudiera ser ajena a los cambios de ambiente! (Que conste que no es como para quejarse viendo las inundaciones que asolan otras partes de la península. Estamos al revés, en el norte calor y en el sur agua).

Las cosas al final han ido mejor de lo que esperaba, aunque una siempre tarda un tiempo en creerse lo bueno. Los años y las desilusiones me han hecho desconfiada. Supongo que en una semana ya me habré hecho a la idea y entonces será cuando verdaderamente me ponga a dar saltos. Es que soy de efecto retardado.

Si todo va bien, el lunes conoceré a mis nuevos alumnos y alumnas. Dar clase por la tarde-noche en un IES será una nueva experiencia para mí, aunque sé de sobra lo que es explicar a Kant a adultos en academias, mientras sopla el viento en la oscura noche. Podría decirse que este nuevo curso aprenderé de una labor híbrida entre mis antiguas clases de Acceso a Mayores de 25 años y las del IES con gente más jovencita. Se mete todo en la "termomix" y "voilá", filosofía para todos, a cualquier hora.

Como siempre, tengo muchas ideas sobre qué podría hacer en clase, y además cuento con nuevos materiales que he mejorado estos meses estivales. Supongo que habrá proyectos que surjan sobre la marcha, en fin, un batiburrillo de sensaciones que bullen en mi mente sin parar. No me alargo más, sólo deseo comunicar que "La lechuza de Minerva" volverá al ataque en breve. Eso sí, continuaré divagando por aquí, que como refugio ha sido muy acogedor...